El hombre y su relación con la Tierra.

Constituye  una verdadera paradoja, la relación que desde hace mucho tiempo el hombre establece con quien le sustenta la existencia.

Hoy la Tierra muestra su inconformidad por el actuar muchas veces atroz contra sus recursos a favor del bienestar social.

Labrar la tierra, sembrar y extraer de ella los alimentos básicos, fue una necesaria y noble acción de nuestros antepasados.   

¿Cual es la realidad de hoy?

Hoy,  en pleno siglo XXI, el uso intensivo de agroquímicos y  la maquinaria, el cambio de uso de la tierra y la sobreexplotación , generan un negativo  impacto en el recurso tierra y no menos importante en la salud humana.

Las acciones de las personas sobre el medio ambiente siempre provocarán efectos colaterales sobre éste, es por ello que urge potenciar la educación ambiental de productores y rectores de procesos, a favor del empleo de productos biodegradables y de la fuerza animal en pos  de la conservación de las características de los suelos que aún son productivos.   

¿Qué corresponde hacer?

Quien por miles de años sustenta la vida del hombre, exige del empleo de sustancias biodegradables, y de que los desechos que generan la actividad diaria, se reduzcan, a la vez que se reutilicen y reciclen.

Dejar como legado a las nuevas generaciones un planeta Tierra capaz de permitirles su subsistencia, implica protegerlo hoy, haciendo un consumo racional del agua dulce, evitando la emisión de gases con efecto invernadero y evitando la degradación de los suelos mediante la tala indiscriminada de los bosques.

La modificación de los ecosistemas, es otra de las actividades humanas de gran impacto medioambiental, a partir de que en no pocos casos se demuestra la ruptura del equilibrio natural .

La cultura conservacionista que unos apoyan y otros no, es un llamado inminente que hace la madre naturaleza a favor de permitir a cada grupo humano la sustentabilidad y la supervivencia, evitando el calentamiento global como uno de los factores que revelan un cambio climático, ya irreversible, razón por la cual el hombre está llamado establecer  una relación más amigable con la Tierra.

Diversidad de la flora.

Un verdadero regalo a la vista y al conocimiento es el poder contemplar la belleza del Jardín Botánico de Buenos Aires.
Fundado el 7 de Septiembre de 1898, muestra al visitante más de mil 500 especies de la flora representativa de todos los continentes.
La idea del paisajista Carlos Thays , hoy se contempla en la diversidad y la armonía que logran la convivencia de plantas rastreras, arbustos, árboles de gran porte y aves.
Este recinto que favorece el aprendizaje y el descanso ocupa un área de casi 80 mil metros cuadrados, se ubica en el hermoso barrio porteño: Palermo .
Esculturas de gran belleza también forman parte de la propuesta del Jardin Botánico de Buenos Aires, declarado en 1996 Monumento Histórico Nacional.

La vida en un solo sentido.

En un solo sentido pasa nuestra vida, para unos quizás de prisa, para otros a buen ritmo, lo cierto es que no tiene  vuelta a atrás.

¿Y cómo definir el sentido de nuestras vidas?, tomar como referentes a las generaciones anteriores, los logros de quienes nos rodean o tener una visión muy particular, es lo que  nos hace andar por ese único camino hacia delante, el cual sustentamos evitando errores cometidos.

Tener metas o puntos de destino como el tren, está en la vida de cada cual, más mirar siempre hacia delante para lograrlo, tiene que ser la premisa y hay que alimentarla con positivismo y buenas energías.

Obstáculos siempre existen, y es ante ellos cuando hay que crecerse dando lo mejor de sí, buscando alternativas para soltearlos tantas veces como aparezcan, y no dejarse vencer por lo que pudiera parecer inalcanzable.    

De niños nos ilusionan oficios o profesiones y aprender a leer y escribir se presentan como las primeras barreras a saltar, y así en cada etapa, la vida nos asigna tareas a cumplir para que los sueños se hagan realidad.

Es por eso que, darle a la vida un sentido sobre bases reales, es propósito de quienes la ven bella apoyándose en la mirada de hacerla llevadera, poniendo empeño en subir cada vez un peldaño más.

Generar nuevas vidas y hacer que estos  se manifiesten como  buenos seres humanos, capaces de valorar a sus semejantes además de  fundamentar su futuro en el aporte social, es también darle sentido a la vida, porque estamos dejando un legado.

Reir, soñar, ser laboriosos, amables, solidarios, honestos, defensores de la sensibilidad humana y la capacidad de responder a cada situación, son cualidades que permiten  guiar  nuestras vidas hacia la satisfacción espiritual.

Es inherente a cada uno, tal y como ocurre en el recorrido de un tren, detenerse a mirar en cada etapa, cuanto se hizo hasta el momento y saber si el sentido que elegimos para nuestra vida es el adecuado, y poder determinar que hacer y así lograr las metas que un día nos trazamos.