Bailar para la mayoría de los cubanos es el
acto de ser feliz, momento para intercambiar con los demás y por qué no ?,
liberar energias moviendo el esqueleto como muchos solemos decir.
Y es que los nacidos en la
mayor de las Antillas no necesitamos de una academia para aprender los
pasos básicos del mundialmente conocido baile de casino.
Un encuentro entre vecinos, el receso escolar, una fiesta popular o en familia, son escenarios oportunos para demostrar que la música se siente bien adentro.
Un encuentro entre vecinos, el receso escolar, una fiesta popular o en familia, son escenarios oportunos para demostrar que la música se siente bien adentro.
Conocer
el rol de cada miembro de pareja y
qué hacer si se trata de una rueda de casino, es suficiente para
disfrutar entre personas que nunca antes de vieron, y
lograr la empatía gracias a la rítmica de un buen songo, salsa o como
lo quieran nombrar, pero que
no deja quieto al que sabe o al que solo quiere disfrutar.
Son pocos los hogares donde no se transmite
esta rica experiencia de dar rienda suelta a la alegría que genera bailar al compás del tren de la música cubana, Los Van Van , fundado el 4 de Diciembre de
1969 por el prestigioso músico Juan Formell.
La Charanga Habanera, Adalberto Alvarez y
su Son, Alexander Abreu, Pablo FG y una extensa lista de agrupaciones
musicales, incentivan a miles a bailar solos o en parejas , al ritmo de notas y
estribillos contagiosos que reflejan la vida de quienes viven o no en el verde
caimán.
Un bolero, el danzon, el guaguancóy el zapateo entre otros, son formatos de música
bailable cubana que cuenta con defensores de diferentes grupos etáreos o
residentes en diferentes zonas del país, pero lo cierto es que el cubano es bailador desde los primeros años de
vida.
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